B. SOBRE LA SOSTENIBILIDAD
Durante los años ochenta se dio una creciente preocupación por la situación del medio ambiente. Los desastres causados por el hombre (deforestación de zonas selváticas como el Amazonas o derrames petroleros como el del buque Exxon Valdés, en las costas de Alaska), contribuyeron a la consolidación de los movimientos llamados “verdes” o ecologistas.
En 1983 fue creada la Comisión Mundial de Desarrollo y Medioambiente por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Este organismo, mejor conocido como comisión Brundtland (en honor a la noruega Gro Harlem Brundtland, ex primer ministro de su país y directora del proyecto) fue establecido “con el objeto de atender la creciente preocupación por el acelerado deterioro del hábitat humano y los recursos naturales y las consecuencias de ese deterioro en los campos económicos y sociales. […] Al establecer la comisión, la ONU reconocía que los problemas ambientales tenían un rango global y determinaba que era de interés común de las naciones el establecer condiciones para el desarrollo sostenible” (ONU, 1987:Foreword[1]).
Los principales retos para los que fue creada esta comisión se resumían en cuatro:
* “Proponer estrategias ambientales de largo plazo para alcanzar el desarrollo sostenible hacia el año 2000
* Recomendar formas en las cuales la preocupación por el medio ambiente podría ser traducida en mayor cooperación entre naciones del hemisferio sur y… de distintos niveles de desarrollo [… considerando] las interrelaciones entre gente, recursos, medio y desarrollo.
* Considerar medios y formas por las cuales la comunidad internacional podría manejar más efectivamente las preocupaciones ambientales y;
* Ayudar a definir las percepciones compartidas sobre asuntos ambientales de largo plazo […], proponer una agenda de largo plazo para las décadas siguientes, y definir las metas aspiracionales de la comunidad internacional.” (ONU, 1987:S/P[2]).
El texto resultado de esta comisión, denominado “Nuestro futuro común” describía el desarrollo sostenible como “aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias” (ONU, 1987: Cap.2:1). Entre algunas de sus conclusiones más importantes, se encontraba el punto 4:
“La satisfacción de las necesidades y aspiraciones humanas con el objetivo último del desarrollo: las necesidades básicas de un amplio número de gente en países del sur del globo (alimentos, vestido, techo, trabajos), no están siendo satisfechas. […] Esas personas tienen aspiraciones legítimas de una mejor calidad de vida. Un mundo en el que la pobreza y la inequidad son endémicas siempre será proclive a crisis ecológicas y de otro tipo. El desarrollo sostenible requiere la satisfacción de las necesidades básicas de todos y poner al alcance de todos, la oportunidad de satisfacer sus aspiraciones por una mejor vida.” (ONU, 1987: Cap.2:4)
Como se infiere de lo anterior, los resultados de esta comisión, requerían una reinterpretación del mundo basada en principios de la sostenibilidad, es decir el aprovechamiento de los recursos considerando siempre la viabilidad de la especie humana en el largo plazo, insistiendo en una transformación progresiva de las economías y de las sociedades, enfatizando que este cambio se podría dar tanto en un sistema estatizado, como en uno abierto a la competencia (capitalismo o comunismo, en otras palabras).
La sostenibilidad física, aclaraba el documento, no podrá ser alcanzada sin equidad social, inclusive, dentro de cada generación, y no únicamente entre las diferentes sociedades y la redistribución de sus costos y beneficios.
El mismo documento retoma, en el capítulo sexto, la importancia de las especies y de los ecosistemas como recursos para el desarrollo: en su apartado número 64, haciendo alusión a los alcances de las acciones realizables a nivel nacional, habla de la libertad de los Estados para el establecimiento de Áreas Naturales Protegidas (ANP) y, por otro lado, en el apartado 65 invita a los gobiernos a reforzar las estrategias existentes de conservación e invita a la creación de ANP no convencionales como “las estaciones ecológicas que se muestran razonablemente exitosas en Brasil… y a UNA MAYOR PROMOCION DE TURISMO BASADO EN LA FAUNA SILVESTRE” [las mayúsculas son nuestras], de donde se puede comprender el interés ulterior por su desarrollo. (ONU, 1987: Cap.6:64-65)
El reporte concluye que para alcanzar el desarrollo sostenible que promueva la armonía entre los seres humanos, y entre la humanidad y la naturaleza, son necesarios:
“* Un sistema político que asegure la efectiva participación del ciudadano en la toma de decisiones
* Un sistema económico que sea capaz de generar remanentes y conocimiento técnico de manera autosuficiente y sostenida
* Un sistema social que provea soluciones a las tensiones provenientes del desarrollo desigual
* Un sistema de producción que respete la obligación de preservar la base ecológica para el desarrollo
* Un sistema tecnológico que pueda buscar continuamente nuevas soluciones
* Un sistema internacional que promueva patrones sostenibles de comercio y finanzas
* Y un sistema administrativo que sea flexible y tenga la capacidad de auto corregirse” (ONU, 1987: Cap.2:81)
La ONU, menciona como componentes interdependientes de la sostenibilidad, al desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente (ONU, 2002:2): es a partir de estos tres principios que se estructura la estrategia de la sostenibilidad, y estos serán denominados por los distintos académicos como los “pilares del desarrollo sostenible”.
Una de las explicaciones que nos parecen más claras sobre los principios anteriormente mencionados, es la descrita por el profesor Michael Bohnet, del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), del gobierno alemán:
“El componente económico incluye una senda de crecimiento a largo plazo, que lleva a aumentos reales de los ingresos conservando simultáneamente el stock de capital, es decir, los recursos naturales. Para ello es necesario aumentar la productividad, reduciendo al mismo tiempo el consumo de recursos naturales
El componente social se basa sobre la hipótesis de que una calidad de vida aceptable sólo puede ser asegurada a largo plazo si existe igualdad de oportunidades en el acceso a las opciones de desarrollo. Son requisitos para ello un Estado orientado hacia el desarrollo y estándares mínimos en relación con la seguridad, los derechos humanos, la participación política, la alimentación, la educación, la vivienda y las posibilidades de desarrollo de las propias capacidades. Asimismo también es necesario mantener el tamaño de la población en el marco de la capacidad de sostenimiento de los ecosistemas naturales.
El componente ecológico se refiere a la capacidad de funcionamiento a largo plazo y consecuentemente a la productividad de los ecosistemas naturales conservadores de la vida. En particular se aspira a que la aplicación del principio de previsión asegure que no se pongan en peligro ni la productividad ni la capacidad de adaptación de los recursos naturales.” (BOHNET, 2007:S/P)
[2] Algunos textos, al estar en sitios de Internet, no cuentan con números de página. Utilizamos S/P para indicarlo
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