Gotitas de realidad - Oscuridad del conocimiento [Caminata por el centro de Perú: Huaraz]

De pronto la vida nos presenta oportunidades únicas que deberíamos saber valorar. Durante estos últimos 5 días tuve la oportunidad de realizar una caminata que comenzó en el poblado de Huari. Esto es en la Cordillera Blanca, una zona en el centro-norte del Perú.

La ciudad más cercana es la de Huaraz y a ella se llega desde Lima sólo por tierra. Pero para llegar a Huari hay que tomar una camioneta o bus que pasa por Chavín de Huántar, un sitio arqueológico muy interesante, y después continúa hasta el sitio mencionado.

Nuestra marcha tenía por objeto evaluar una ruta turística para una empresa que hace paseos con llamas. En este post no pienso dar mis conclusiones sino hacer una pequeña reflexión sobre las gotitas de realidad. (seguir leyendo)

Durante estos 5 días tuve la fortuna de penetrar la sierra peruana, subiendo desde los 2800 hasya los 4400 aproximadamente, recorriendo unos 50 kilómetros a pie, y otros 150 por transporte público.


Lo que más me llama la atención son las condiciones en que se vive en esas partes del país, y más allá de la discusión sobre el turismo y sus oportunidades, el interés es recordarnos que hay millones de personas en este mundo que aún carecen de los servicios elementales, mientras en Francia se inaugura un tren que puede usar muchos tipos de energía.

Sitios en que la energía eléctrica llega sólo por mitad (es decir que un foco apenas prende en un tono rojizo), con red de agua potable, pero sin servicio de líquido, y un terrible servicio de transporte que sólo se detiene cada 24 horas por el poblado. Es más que Macondo.

Tal vez lo más triste de todo sea ver la indefensión de los pobladores ante autoridades que nada hacen por mejorar verdaderamente la calidad de vida de su población y se preocupan únicamente por dar el "pan y circo" romano: cervezas, fiesta, música, religión.

Este post no será largo, sólo espero que las imágenes hablen un poco más de lo que quiero decir: en México, en Perú, en China, Vietnam, la India, África y cientos de países más, hay personas que fuera de los núcleos urbanos viven en terribles condiciones de vida, sin más esperanza que la de salir del pueblo e ir a la ciudad en busca de mejores condiciones. El problema no me parece político, ni económico, sino social y particularmente educativo: en los niveles de conocimiento que se encuentran esos sitios, JAMÁS, sí, como se escucha, jamás, se podrán cambiar las cosas: mientras el campesino no conozca cómo tener una mejor producción, en tanto los niños ignoren que más allá de sus fronteras hay mundos distintos a los de la televisión, y que los pobladores sepan que tienen el derecho a unas autoridades profesionales, todo seguirá en ese letargo de vaivenes políticos.

Y la realidad, seguirá sólo lloviendo para los que van a la sierra, pues los citadinos cuentan con paraguas y centros comerciales para guarecerse.

¿Para cuando una revolución verdadera, basada en la educación?

NOTA: Puedes pasar el mouse sobre las imágenes para leer sus textos.