Monday, July 17, 2006

Extracto de Caso Chaparri y Manglares de Tumbes - Parte 1


Trabajo de campo – Comunidades de Chaparri y Manglares de Tumbes

INTRODUCCIÓN

Como parte del módulo “Desarrollo social y económico en comunidades locales”, y con el objeto de conocer algunas de sus particularidades se recorrieron dos áreas naturales del noroeste del Perú.

La primera fue la Reserva privada Chaparrí, donde la asociación campesina Muchik (integrada por alrededor de 500 miembros), se constituyó con el objeto de dar forma a un proyecto de conservación que pudiera rendirles desarrollo social y económico sustentable. En este sitio encontramos gente trabajando en equipo, con objetivos claros sobre el futuro, y que ve al turismo como uno de los pilares de su crecimiento.

La segunda visita se realizó al Santuario Natural Manglares de Tumbes, una zona supervisada por el INRENA (Instituto Nacional de Recursos Naturales), operada por la comunidad local y en la que se percibe la disgregación de los diferentes participantes; con pros y contras, también vislumbran al turismo como una alternativa para su desarrollo. La problemática de la zona de manglares es sin duda más compleja, pues el área a proteger constituye al mismo tiempo el único medio de sustento para decenas de familias.

Si bien las visitas fueron relativamente rápidas, se intentan analizar las características principales de cada uno de los emprendimientos. A modo de nota, es importante mencionar que no parecen existir marcados puntos de comparación entre ambos proyectos, de no ser la búsqueda de integración comunitaria. Las experiencias son muy distintas, tanto en alcances, tiempos, espacios, participantes y objetivos. Se presentan las observaciones del investigador, y posteriormente se mostrará un balance personal.


Chaparrí – Reserva Ecológica



La organización fue constituida hace aproximadamente doce años, en lo que originalmente fue un espacio de caza, hasta que la intervención de un personaje exterior a la comunidad aportó la idea de la conservación: Chaparrí se fue desarrollando lentamente gracias al convencimiento de los campesinos Muchik de Sta. Catalina de Chongoyape que apostaron por una zona turística como alternativa a la depredación de especies y tierras.

La constitución legal de este espacio es particular: es la primera área privada de conservación, lo que significa que no ha sido definida por la autoridad gubernamental. Por consiguiente todo su esquema operativo es más cercano al de una empresa privada que al de un ente público: fija sus propias tarifas de entrada, decide sobre el destino de sus ingresos y busca los apoyos de forma directa. Tiene relación con instancias de gobierno, pero sobre todo en lo que refiere a la recepción de animales que provienen de decomisos.

Da empleo a un buen número de pobladores, pero sólo para unos cuantos de ellos constituye el único ingreso, pues la mayor parte tienen otras actividades propias. Por ejemplo, los miembros de la comunidad se turnan para las acciones de guiado (hay actualmente 9 que han sido capacitados).

El involucramiento de la comunidad ha sido útil para el cuidado de las áreas y el aporte de tierra. A partir de los beneficios que ha generado Chaparrí, se ha contribuido en mejoras a escuelas y centros de salud. Por otro lado, una adecuada aplicación de campañas de concientización ha logrado mostrar a los habitantes la importancia de la conservación.


El oso de anteojos significa agua

Una campaña que promueve la preservación del hábitat del oso de anteojos para generar agua: por asociación se muestra que si se cuida al oso y se respeta su espacio geográfico, el bosque tendrá árboles y éstos ayudarán a la regeneración de los mantos freáticos, lo que redundará en agua para el consumo de la comunidad y para la producción agrícola.






Santuario Natural de Tumbes



Esta Área Natural Protegida surge como una respuesta a la devastación de los manglares del área: la creación de este espacio significa una manera de detener la explotación exacerbada de los recursos naturales del lugar.

En este sitio, otras características afloran: decenas de familias dependen de los recursos que provee el manglar para su diaria subsistencia. De acuerdo con las regulaciones vigentes, un santuario se establece con el objeto de detener la explotación, sin embargo, no se puede cortar la fuente de ingresos de la(s) comunidad(es) que ya dependían de él antes de ser declarado como tal, luego entonces, el santuario no permite nuevas explotaciones, pero tampoco puede detener las existentes.

La problemática es muy distinta y está más relacionada con aspectos de producción y subsistencia que de conservación: existen varias (3) asociaciones que parecen más bien actuar de modo antagónico que en colaboración; difícilmente se respetan los periodos de veda y no parece haber una coordinación entre los diferentes participantes en este ecosistema. De hecho, el turismo, que seguramente aporta ciertas ganancias a la comunidad, también contribuye a complicar la situación.

De acuerdo con las observaciones realizadas, existe un claro problema de liderazgo y estructura organizativa, cada asociación actuando con objetivos particulares y con mínima identificación de una tarea grupal o de puntos de acuerdo que permitan avanzar hacia un desarrollo sostenible.

Aunado a todo lo anterior, la presencia de varias firmas productoras de langostino en las zonas aledañas también genera pugnas en el espacio social: los pequeños productores se quejan de la utilización de agua potable por parte de estas grandes empresas y su posterior expulsión a los canales, pero con altos índices de químicos contaminantes.

La recolección decrece drásticamente y los pobladores no utilizan nuevas tecnologías de producción, al tiempo que siguen empleando métodos no permitidos para la extracción (como el caso del “rodeo”, que no discrimina en tamaños, edades y sexos de las piezas obtenidas). La situación es enredada y requiere de un enfoque correctivo: se requiere regenerar el contexto y la misma fuente de subsistencia. Desde el punto de vista del observador, el turismo sólo puede ser visto como una fuente complementaria de ingresos, pero de ningún modo puede sustituir el desarrollo económico que aporta la cosecha.

No comments: